Jueves 23 de diciembre de 2010, 5:00 AM Economía/Diario Financiero
El presidente de la cut acusa exceso de figuración de la ANEF en la
mesa del sector público
Martínez: "Me voy a ir cuando yo quiera,
no cuando alguien quiera que me vaya"
José Carlos Prado
Aunque Arturo Martínez reconoce que este ha sido un año complejo,
destaca que el saldo es positivo para la Central Unitaria de
Trabajadores (CUT), multisindical que preside. "Logramos posicionarnos
como un interlocutor válido frente a un gobierno que decía que se iba
a entender con los trabajadores y no con las cúpulas sindicales",
recalca.
Sin embargo, los costos que ha tenido que pagar tras la frustrada
negociación de reajuste del sector público con el gobierno, no lo
tienen nada contento. Asegura que antes que el Ejecutivo enviara el
proyecto al Congreso, había una oferta de palabra del Ministerio de
Hacienda que consideraba un 4,5% de reajuste (0,3 puntos porcentuales
más de lo aprobado por el Congreso), pero que el paro al que llamó la
ANEF y la Confusam precipitó el fracaso de las tratativas.
De ahí en adelante, la historia es conocida, pero los coletazos que
dejó al interior de la mesa del sector público y, principalmente entre
los dirigentes, conformó un escenario que podría tener resultados
adversos para la unidad del movimiento. "La mesa siempre ha salido
media fracturada, pero este año fue peor", advierte Martínez.
- ¿Dónde estuvieron los errores?
- Los gremios son tan distintos unos de otros, tienen distintos
enfoques. Además, este año se cruzó el tema de los despidos, no estaba
puesto el énfasis en el reajuste. Si vemos los resultados de reajuste
y bonos, no fue tan malo, considerando que el gobierno no quiso
avanzar más pudiendo haberlo hecho.
- ¿Y cómo lo hizo la mesa?
- Antes de que nos fuéramos al Parlamento, la mayoría de los gremios
creía que estábamos cerca de un acuerdo y, por otro lado, había
gremios que no estaban dispuestos al acuerdo mientras no se
resolvieran los despidos. Entonces, nadie puede decir que no existen
problemas. Había 10 gremios que, en algún momento, no querían seguir
en la mesa y mi función fue mantener hasta el último los 13.
- ¿Pero es viable continuar con la mesa?
- Hay que revisar cómo se continúa. No tengo la receta, pero es
difícil mantener una mesa de ese tipo, la CUT no puede seguir pagando
costos por tener una mesa tan heterogénea, con tantas figuras...
- ¿Personalismos?
- Hay gente que le gusta figurar mediáticamente, a mi no me interesa
eso, pero hay que reconocer que hace daño a la mesa. La prensa dice el
paro de la ANEF y los otros gremios se enojan, eso no ayuda. Desde ahí
parten los problemas, en que alguien se apodera de la negociación por
una estrategia comunicacional y violenta a los otras gremios.
- ¿La ANEF, entonces, debería revisar su actuar?
- Cada gremio tiene que poner sus condiciones y ver si pueden llegar a
un acuerdo. O resuelven esta situación o se buscan a alguien que
negocie, que asuma como coordinador. No puedo desconocer que hay
problemas. La mesa este año no funcionó bien, porque partió mal.
- ¿Van a hacer algo en la interna, porque la mitad de la CUT viene del
sector público?
- Ayer (martes) tuvimos una reunión bien interesante...los gremios no
se van a ir de la CUT, ninguno lo está pensando. Están los de la salud
pública, asistentes de la educación, los profesores, que están
involucrados en la política de la CUT. Tenemos un problema con dos
organizaciones que hay que reconocer que son la ANEF y la Confusam,
que no son problemas sindicales ni políticos, son más personales.
(...) En abril tenemos el Congreso de la CUT, cualquier diferencia se
zanja ahí. Además, ahí se va a resolver el nuevo sistema electoral
interno. Yo estoy por la elección universal, pero que vote el
trabajador que paga la cuota.
"Soy un negociador"
- ¿Tomó la decisión de ir a la reelección?
- He tenido complejidades toda mi vida sindical, no ha sido fácil. Yo
me voy a ir cuando piense que ya no puedo aportar más, cuando la CUT
esté madura para que tenga cualquier conducción sin que se generen
conflictos y divisiones. Si algo ha ocurrido desde hace unos años, es
que en la CUT se acabaron las peleas. Eso creo que tiene que tener
algún reconocimiento.
- ¿Entonces irá?
- Me voy a ir cuando yo quiera, no cuando alguien quiera que me vaya.
Si alguien quiere competir conmigo...todas las elecciones pido que se
pare el que quiera competir. Saqué 138 mil votos en la elección pasada
y el que me siguió sacó 32 mil. ¿Alguna diferencia habrá?
- ¿Se considera un conciliador?
- Busco los acuerdos, nunca le sacó el quite a las marchas, a los
paros, pero los trabajadores no viven de eso. No es mi estilo ser
agresivo. No quiero aparecer en la prensa como el hombre duro del
sindicalismo que no logra nunca nada y tiene puras derrotas. Si los
trabajadores quieren elegir uno duro, que les hable bonito y que
aparezca como inflexible, elíjanlo, pero tienen que saber que eso no
da mucho resultado. En ese sentido, soy más un negociador que un
conciliador.
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