miércoles, 20 de julio de 2011

LOS CHACARILLAS BOYS Y LA AMNESIA CHILENA

LOS CHACARILLA BOYS O DE LA AMNESIA CHILENA.
No hay peor enfermedad social que la falta de memoria histórica. Chile la sufre de modo agudo. El 9 de Julio de 1977 un grupo de 77 jóvenes nacionalistas de extrema derecha subió al cerro Chacarillas, al lado del San Cristóbal en el acto más fascista de todos los tiempos de la historia de este país. Emulaban a los 77 soldados de La Concepción en la Guerra con el Perú. Bosques de banderas y antorchas al mas puro estilo del nacismo hitleriano iluminaban la noche de invierno. Pinochet en un momento de inspiración arrebatadora leyó su famoso discurso. “Mi corazón de viejo soldado , decía, revive con profunda emoción el coraje insuperable de Luis Cruz Martínez…que en plena soledad de la sierra peruana, supieron demostrar con la entrega de sus vidas, que nuestra Patria y los valores permanentes del espíritu están por encima de cualquier sacrificio personal que su defensa pueda demandar”.
En esos mismos días eran torturados en el “Palacio de la Risa”, así llamada la Villa Grimaldi, miles de chilenas y chilenos. Se las violaba, aterrorizaba, y luego se las iba a tirar al mar, como a Marta Ugarte una de las primeras que en esos mismos días apareció flotando en las playas de Longotoma. Mientras los jóvenes subían en medio de antorchas, los gritos de horror se escuchaban en los subterráneos del poder entusiasmado. “..las limitaciones excepcionales que transitoriamente hemos debido imponer a ciertos derechos, han contado con el respaldo del pueblo y de la juventud de la Patria, que han visto en ella el complemento duro pero necesario para asegurar nuestra Liberación Nacional”, dijo el General en medio de los aplausos de los jóvenes patriotas en medio de la noche de Chacarillas.
“El complemento duro pero necesario” da escalofríos y ganas de vomitar. Todos y todas quienes allí estaban sabían muy bien a qué se refería el General. Era explícito.
¿Quiénes subieron a Chacarillas? Ayer fue el cambio de Gabinete. El listado del Mercurio señala el número 15: Andrés Chadwick, hoy Ministro Vocero de Gobierno, número 38, Cristián Larroulet, Ministro del triunvirato de La Moneda, y 39 , Joaquín Lavín, defenestrado Ministro de Educación y resucitado Ministro de Planificación Nacional. La lista es larga y sería un ejercicio de “buena memoria” publicarla con letras de molde. El número 47 es el actual Presidente de la Cámara de Diputados, y el número 20 es el dueño de la Universidad San Sebastián, emblemático modelo de lo que debe ser la educación universitaria “con fines de lucro”. El número 17 se reía ayer a mandíbula batiente en La Moneda, al ver como sus “Chacarillas Boys” se tomaban finalmente La Moneda, en el asalto al Poder, que esa noche lluviosa del invierno del 77, los 77 cabalísticamente ( como es propio de los fascismos corrientes) habían prometido solemnemente, Juan Antonio Coloma, se llama.
Ninguno de estos “Chacarilla Boys”, han hecho autocrítica alguna, pedido perdón, han pasado “colados” en medio de las tormentas. “No sabían” es lo que más mentirosamente han tratado de balbucear. ¿Qué no sabían? Todos los que vivíamos en Chile lo sabíamos detalladamente. ¿Ud Presidente no sabía y no sabe a quienes está metiendo en La Moneda?.
¿Nadie se acuerda cómo sacaban a miles de personas en las madrugadas de ese año 77 a una cancha de futbol a las seis de la mañana, congelada, y les pegaban, los fichaban , los denigraban y dejaban como estropajos? ¿Nadie se da cuenta que aplastaron un siglo de luchas obreras con el terror? ¿Nadie se acuerda que el próximo Ministro del Bienestar Social escribió el panfleto más deleznable de nuestra Historia Literaria, “La Revolución Silenciosa”? ¡¿Porqué no lo vuelven a publicar?
Pero lo peor es la confusión ideológica del momento. Y de los que alguna vez estuvieron en el lado de los perdedores. Hay quienes han dicho y siguen diciendo que ya la derecha no es la misma. Que Piñera es una nueva derecha. Se les fundió la memoria. Hay otros, de la otra banda, que acaban de decir que en Chile hay “dos derechas”. Con respeto personal, pero andan mas perdidos que el teniente Bello. Muy triste. Es una campaña la de los antiguos perseguidos de confundirlo todo. Los errores, desvaríos, silencios, de un Ricardo Lagos o una Michelle Bachelet, no tienen ni un punto de comparación con lo que se vivió en esos días y que fue aplaudido por las actuales autoridades del país.
Escucho desde mi mente deprimida los aplausos en Punta Peuco. En Bucalemu un difunto se da vueltas de alegría en su tumba. Los fantasmas están presentes, más que nunca. Gozan de buena salud. Se ríen con su sonrisa regordeta y a todo color digital, de la Historia de nuestro país. Y no me critiquen a los cabros que agarran piedras y destrozan el “mobiliario urbano” del Alcalde de Santiago. Cuando no hay espacio para la Memoria y las razones, solo hay piedras.
Vergüenza me da. Vergüenza me da de ser chileno.
José Bengoa

 

 

Listado Chacarillas

(vea el artículo sobre Chacarillas aquí)
Listado Chacarillas
Entidad convocante: Frente Juvenil por la Unidad Nacional
Listado El Mercurio 9 de julio de 1977
Esta es la lista de los y las jóvenes que harían la “representación simbólica de la juventud chilena en su compromiso permanente con la tradición y los valores fundamentales del país”. (el mercurio , 9 de julio de 1977).
1 Jaime Alcalde
2 Gustavo Alcalde
3 Francisca Aldunate
4 Carlos Alegría
5 Gustavo Alessandri
6 Michelle Astaburuaga
7 Ignacio Astete
8 Flor Ayala
9 Herminio Barra
10 Fernando Barros
11 Francisco Bartolucci
12 Carlos Bombal
13 Jaime Bretti
14 Mario Cerda
15 Andrés Chadwick
16 Jorge Claude
17 Juan Antonio Coloma
18 David Contreras
19 Patricio Cordero
20 Luis Cordero
21 Mario Dalbosco
22 María de Luigi
23 Jaime Del Valle
24 Luis Alberto Echeñique
25 Jorge Escárate
26 Patricia Espejo
27 Roberto Espinoza
28 María Olga Fernández
29 José Alfredo Fuentes
30 Leonardo García
31 Hans Gildemeister
32 María Graciela Gómez
33 Ricardo Herrera
34 Manuel Félix Herrera
35 Ignacio Irarrázabal
36 Milenko Ivankivic
37 Cristián Jara
38 Cristián Larroulet
39 Joaquín Lavín
40 Coco Legrand
41 Enrique López
42 Luis López
43 Julio López Blanco
44 Rodrigo Martino
45 Manfredo Mayol
46 Oscar Medina
47 Patricio Melero
48 Roberto Meza
49 Jorge Mitaraki
50 Fernando Molina
51 Juan Carlos Montenegro
52 Juan Esteban Montero
53 Sergio Montes
54 Patricio Muñoz
55 Hernán Olguín
56 Fernando Pau
57 Gonzalo Pérez
58 Sebastián Pérez
59 Nelson Pizarro
60 Claudio Sánchez
61 Jaime Sánchez
62 Nelson Sanhueza
63 Andrés Santa Cruz
64 Max Santelices
65 Peter Schuller
66 Marieta Sepúlveda
67 Cristóbal Silva
68 Fernando Embcke
69 Jorge Socías
70 Verónica Sommers
71 Francisca Soto
72 Roberto Viking Valdés
73 Cristián Varela
74 Aníbal Vial
75 Antonio Vodanovic
76 Juan Carlos Yakcic
77 Martín Zamora
Fuente: El Mercurio

Por Equipo DLR
Para muchos de los que hoy rodeamos la treintena, lo que ocurrió en Chacarillas la noche del 9 de julio de 1977 -hoy se cumplen exactamente treinta años- no pasa de ser un relato más, con algunos ribetes ridículos y otros macabros, en medio de todo el horror de esa época (tan cercana y tan lejana en nuestras historias personales y colectivas).

Muchos hemos ido reconstruyendo la memoria de esos pasajes a lo largo de toda una Transición, con imágenes fugaces, agarradas a la pasada en algún noticiero o en algún que otro libro o revista.
Otros estarán, quizás por primera vez, haciendo un raconto del evento, gracias a algunos “gestos” de los medios dechacarillas1.jpg comunicación que en esa época actuaron como portavoces oficiales del “mensaje” de Chacarillas (por algo tienen los archivos). Hemos visto algunas imágenes en TVN la semana pasada y en un reportaje de Claudio Fariña que mostró a varios “consagrados” de la TV que formaron parte de los 77 elegidos para representar a los Héroes de la Concepción en uno de los ritos públicos más fascistas de nuestra historia reciente. Y el apelativo no es casual: los números cabalísticos, la capa del festejado, las antorchas, los estandartes y las referencias a la renovación (en medio de la continuidad forzada por las armas) se pueden ver en los videos de actos Nazis o en eventos Fascistas italianos con Mussolini a la cabeza.
Seguramente durante esta semana seguirán las remembranzas, explicaciones, evasivas y denuncias públicas acerca del “relanzamiento” del régimen militar. Será cosa de mirar las reacciones a la columna de Carlos Peña en Reportajes de El Mercurio de ayer (sí, El Mercurio… ese mismo), que hace una justa cuenta de lo que implica, hoy por hoy, haber participado en aquel evento, tanto en términos civiles como políticos.
Más allá de los detalles que puedan agregárse a este hecho histórico, su carga simbólica, los personajes involucrados, su diseño y repercusiones, lo hacen un buen referente: sirve para mirar cómo y cuándo el Ejército, la derecha tradicional, el gremialismo, los empresarios, una proto-farándula oportunista y los despistados de siempre, se unieron para moldear un país que desde entonces no volvió a ser el mismo y que aún tratamos de entender.
chacarillas3.jpgLas imágenes en blanco y negro -con una factura muy parecida a la que por esos mismos años mostraba en Chile el teleteatro de horror de la BBC “Sombras Tenebrosas”- presentan a un gris Pinochet en la cima del Cerro Chacarillas, gesticulando sobre el podio, saliendo de la penumbra, iluminado por las antorchas encendidas enarboladas por 77 “jóvenes” (algunos en ese tiempo ya lo eran sólo de espíritu). El efecto tétrico que la escena provocó y aún provoca, es el resultado de toda una estrategia política del régimen, que buscaba lograr justamente lo contrario, es decir, hacer “atractiva” la figura de Pinochet, establecer una red de “liderazgos” que contribuyeran a ello y, con eso, darle alguna consistencia y proyección a un régimen que, a través de la Junta de Gobierno, estaba dando “palos de ciego” desde 1973 en el plano económico y social, y que necesitaba urgentemente un nuevo giro.
Ni la idea de un “Frente Amplio” presentado como “apolítico” para apoyar a un dictador, ni la de apuntalarlo con “rostros” chacarillas2.jpgy “campeones” del momento, son nuevas en Chile ni el mundo. Lo único inédito de este acto político-mediático es, quizás, la manera tan particular de presentarlo, reflejo inequívoco de las manos y cabezas que tuvieron que juntarse para darle “carne” y “fuego”. Debió haber sido al menos gracioso presenciar una reunión entre Enrique Campos Menéndez, Miguel Kast, Jaime Guzmán y los uniformados a cargo de la logística para el acto (probablemente la mejor muestra de diversidad posible de encontrar por esos años).
Tampoco fue la primera vez, ni la última, en que el poder busca perpetuarse a través de “semilleros”, o grupos de “elegidos”, concepto que en este caso aportó la experiencia del gremialismo y se perpetúa hasta nuestros días en un sinnúmero de movimientos, con algunas mutaciones hacia el “voluntariado social” -como los antiguos “Gente Nueva”-, o la re-generación de redes de “Jóvenes Líderes” en la misma elite de siempre.
Pero no se trata de suponer que esto es una singularidad surgida de la maldad dictatorial: no sólo los gremialistas, su entorno y los asesores de contenido de la Dictadura han utilizado y abusado del recurso “semillero”. En las coloridas y asesoradas filas concertacionistas también se estila, a lo mejor de manera más sobria y con un poco más de “onda”, la conformación de redes y líderes herederos de un legado, como base de respaldo para un líder mayor. Así fue toda la ola “Lagos Contigo”, sus “rostros” y las ramificaciones menos conocidas hacia los seminarios de “Jóvenes Líderes Progresistas” organizados por las Fundaciones Ebert y Chile 21, y otros grupos ensayados en las campañas de Lagos y Bachellet, muchos de los cuales pasaron por los míticos coaching del ahora Senador Fernando Flores (grupos a los que, por lo de más, pertenecieron algunos miembros de DLR). ¿Será pecado sentirse parte de un grupo selecto, con posibilidades de incidir en distintos ámbitos del quehacer nacional, que se vincula con el poder y que, sobre la marcha, es instrumentalizado por éste? Probablemente no, sin embargo, muchos de los que participaron en Chacarillas hoy preferirían no haber estado y no tener que estar dando explicaciones. Y no es por nada.
Es porque -mea culpa de por medio- asistir a seminarios de “Líderes” (progresistas o de los otros), es tremendamente diferente a hacer lo que los “jóvenes patriotas” de esa oscura noche del 77 hicieron frente al general, portando antorchas para hacer durar su aún más oscura noche en el poder. Los planos éticos, políticos y contextuales son diametralmente distintos: una cosa es enrolarse en una campaña política en democracia y aspirar como nuevo rostro a “pingo” de algún dirigente, y otra aceptar convertirse en símbolo de una “refundación” de carácter fascita, de un régimen que buscaba perpetuarse en el poder a través de un remedo de democracia, edificada sobre los cadáveres de sus “enemigos”.
coloma1.jpgPor eso es inaceptable que J. A. Coloma, Senador de la República, representante de un partido que se autodenomina Demócrata (así, con mayúscula), treinta años después y sabiendo todo lo que se sabe, no muestre una pizca de arrepentimiento y diga con la cara llena de sonrisa que Chacarillas “[…] mirándolo hoy día creo que fue un aporte súper interesante de un sector de jóvenes para tratar de consolidar la democracia y dar un itinerario al país. Creo que eso es valioso […]”. Ser aval de un régimen que cometía horrores que todo el país conocía o suponía fundadamente, no es ni por cerca consolidar la democracia. Pero sí es trazar un itinerario… y ya sabemos lo que dicho itinerario costó en vidas, angustias y sufrimiento. Por eso la excusa esgrimida por un entrevistado en TVN, de que que ser llamado por un “Presidente” con “gran apoyo ciudadano” era “un honor” que no se podía rechazar, es nada más que mala retórica.
Los muertos siempre vuelven, y la memoria es porfiada. Aún con Pinochet muerto, la generación Chacarillas arrastra un pesado lastre. Algunos callan y puede que incluso se sonrojen. Otros hacen carambolas discursivas para finalmente no decir nada. Agunos, como Coloma, no aprenden ni se arrepienten.
(Puedes ver el listdo de los “elegidos” haciendo click AQUÍ)
(Las imágenes de las antorchas y Pinochet saludando jóvenes son de La Nación. Las del discurso y Pinochet con Coloma son de una nota de El Mercurio del domingo)

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