MUJERES A LA MARGINALIDAD?
Las mujeres y hombres en nuestra sociedad, en cantidad de habitantes son prácticamente similares. En estudios y pluralidad de profesiones y oficios, las mujeres crecen día a día. En salarios los hombres marcan una media de casi un tercio superior a las mujeres, y por último en responsabilidades ejecutivas las mujeres son un dato menor, que en Chile pasa desapercibido para ellas y tremendamente útil para que esta conducta contra los derechos de la mujer crezca que, para ser justo los ejecutores son transversalmente mezquinos, los vemos en el gobierno, municipios, servicios descentralizados y en la orientación y cuoteo en la UDI, RN y en las convocatorias a algunas pegas que de repente aparecen o se rumorean en el PDC, PPD, PS y PRSD. El tema ha venido creciendo a efecto de la revolución de las comunicaciones y el impacto de la globalización que ha instala a China en el segundo lugar mundial en comercio internacional, relegando a un tercer lugar a Japón. Existen nuevas exigencias en idiomas, comercio y experiencias. En Chile existen solo tres lugares en donde existen pregrados en mandarín, mientras la propaganda nos lleva con distintos argumentos hacia el inglés en pleno uso y aceptación, pero que pasado mañana comenzará a cambiar.
Esta actitud política y social llevó a la Canciller Alemana Angela Merkel a levantar la voz, para que las 300 empresas alemanas de mayor poderío abran espacio a mujeres capaces y con importante formación y experiencia profesional. En las palabras de la Canciller quedó al descubierto que sólo el 11,7% de los directivos son mujeres. Esta misma situación en Noruega cambia cuando el 37% de mujeres participan en Consejos Directivos, este país posee la presencia más alta de Europa .
Al parecer en nuestro país que ya ha superado el millón de estudiantes en educación, con una cifra superior de mujeres en las aulas, la situación tendrá complejidades que no conocemos: necesidad que para sobrevivir no solamente se tenga un grado, también un post grado, entender que el nivel de competición tendrá otro cariz que no existe planificación y responsabilidad para que los egresados puedan, con el realismo que corresponda, acceso a empleos.
Estas preocupaciones nos llevan a instar a que los esfuerzos que ya hacen las mujeres por sus derechos, se multipliquen en un ambiente de cooperación y afectos para que no sean conculcados algo obvio, natural y justo.
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